¿Qué puerta de ducha debes elegir?
Para que sepas qué tipo de puerta de ducha debes elegir no estaría mal echar un vistazo a las diversas opciones y así ayudarte a elegir la mejor para ti. Estos son los tipos que mantienen en tendencia:
Las puertas pivotantes son simples y pueden abrirse hacia adentro o hacia afuera, siendo ideales para baños con mucho espacio, aunque pueden salpicar el suelo al abrirse hacia fuera, recomendándose para baños con alfombras antideslizantes.
Las puertas correderas son excelentes para ahorrar espacio, comúnmente utilizadas en recintos cuadrados para maximizar el espacio en las esquinas. Son perfectas para baños pequeños o aseos de invitados, pues no requieren espacio para abrir o cerrar.
Las puertas de baño con bisagras son ideales para duchas curvas o rectas, pudiendo abrirse hacia la izquierda o derecha según la disposición del baño. Vienen en diversos estilos que se adaptan a diferentes decoraciones.
Las puertas plegables no solo son funcionales sino también elegantes, destacándose como centro de atención en el baño. Ideales para baños espaciosos, están disponibles en diseños de dos o tres pliegues para adaptarse a diferentes necesidades de espacio.
Cada tipo de puerta ofrece ventajas específicas según las dimensiones y estilo del baño.
En conclusión, las pivotantes son ideales para espacios amplios, pero requieren consideración del espacio de apertura, mientras que las puertas de ducha correderas son óptimas para maximizar áreas reducidas. Las de bisagras y plegables ofrecen flexibilidad estética y funcional dependiendo de la disposición del baño y las preferencias personales.
¿Qué material debes elegir para tus puertas de baño?
El material que elijas determinará el estilo y la durabilidad de tu mampara de ducha. Hay algunos materiales diferentes entre los que puedes elegir, pero la opción más común es el vidrio. A continuación, analizamos los materiales más comunes para las mamparas de ducha.
Vidrio. Hay dos tipos de vidrio: vidrio templado y vidrio laminado. El vidrio templado es una forma de vidrio endurecido típico en puertas para ducha y que se fabrica horneando vidrio tradicional a alta temperatura y enfriándolo con aire a alta presión. Esto lo hace de 3 a 5 veces más duradero que el vidrio tradicional. Además de la resistencia a la temperatura, el vidrio templado se rompe en granos más pequeños y menos afilados, reduciendo así el riesgo de daños.
Acrílico. Las mamparas de ducha hechas de acrílico son más asequibles que las hechas de vidrio y metal. También le dan a tu baño un aspecto suave y brillante y requieren de poco mantenimiento. El acrílico también proporciona una impermeabilización muy fiable para tu puerta de ducha, ya que es un material no poroso. Esto también significa que inhibe el crecimiento de moho y hongos.
Acero inoxidable. Si estás buscando una mampara ecológica, fácilmente personalizable y duradera, elige una hecha de acero inoxidable. Todas las mamparas de ducha de acero inoxidable cuentan con un acabado altamente pulido con un bello brillo. Resaltan en cualquier entorno, ya sea oscuro o brillante, tradicional o moderno. Además, combinan fácilmente con lavabos y fregaderos en el mismo material
Consejos de mantenimiento de la cabina de ducha
A nadie le gusta limpiar las mamparas de las duchas, y esto se debe a que la puerta para ducha tiende a acumular suciedad y espuma de jabón todos los días.
Desafortunadamente, es un trabajo que debe hacerse porque dejarlo de esa manera afectará la condición de tu baño y tu bienestar. Aquí hay algunos consejos de mantenimiento de la puerta de ducha.
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Evita las manchas de cal. Si vives en una zona con agua dura, la mampara de la ducha de vidrio puede acumular manchas de cal, que pueden dañar el vidrio con el tiempo. Puedes prevenir estas manchas usando una escobilla de goma o una toalla de microfibra para limpiar el vidrio después de una ducha.
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Mantener la puerta de ducha seca. El principal enemigo de las puertas de ducha es la humedad. Los suelos mojados y los accesorios húmedos son el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Usa un paño seco para limpiar tu ducha después de su uso. Además, mantén la ducha bien ventilada para evitar la acumulación de humedad.
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Protege los sellos de las puertas de las duchas. El sellado de las puertas de ducha se puede dañar por productos químicos de limpieza. Puedes proteger los sellos limpiándolos con agua tibia y jabón suave. Asegúrate de que el barrido inferior esté particularmente limpio.
Con estos consejos tus puertas de baño mantendrán relucientes y combinarán con accesorios como tus espejos.