Vinos y vinotecas: hablemos de gustos adquiridos
Tomarse un vinito después de almorzar, con la cena, en soledad o compañía, para salud o para celebrar, en casa o en una vinoteca ¿se te antoja? El vino tiene miles de millones de años de invención y, hoy en día, esta sencilla acción es considerada un gusto adquirido. No es para menos, los sabores y aromas pueden no ser del agrado de todos, lo que todos sí quisieran es aprender a tomarlos y aquí te contamos cómo empezar.
¿Qué es una vinoteca?
¿Te gusta el vino? ¿Quieres aprender más sobre este fermentado, sus variedades, sabores o estilos? Lo que buscas es una vinoteca, el lugar especializado en la venta, exposición y conservación de vinos, que además ofrece desde experiencias de catas, hasta maridajes y cursos para aprender sobre esta legendaria bebida.
Pero, vamos por el principio: el vino. Esta bebida fermentada que se elabora a partir del zumo de algunas frutas, siendo la uva la más típica, tiene una historia que se remonta a miles de años atrás. Aunque no hay fechas exactas, sabemos que el vino se produce desde que fue descubierto el proceso de fermentación, evento que tuvo lugar en Oriente Próximo.
Se cree, además, que fue en Georgia e Irán donde las primeras vinotecas tuvieron lugar y, junto con ellas, las primeras producciones de vino. Hablamos de 8.000 a 5.000 años a.C. En ese entonces, esta bebida se extendió por el Mediterráneo gracias a que civilizaciones como la griega, egipcia y romana crearon diferentes comercios mientras se estaban expandiendo.
Debido a la variedad de culturas, el vino ganó una historia diferente de su creación a la par que le atribuían propiedades que terminaron por convertirse en símbolos de vida o celebración. Tanto así, que incluso aparece en la Biblia Cristiana como un milagro de Jesús.
Hoy, el vino es una bebida universal presente en muebles de bar de casas y negocios, formando parte de la gastronomía y cultura de diversos países.
Experiencias que puedes vivir en las vinotecas
Como viste, hay espacios donde, además de comprar un buen vino, también puedes aprender de ellos o bien, adquirirles el gusto. Estos lugares, que algunas personas también llaman enotecas, brindan múltiples experiencias. Pero, hay tres que destacan y que deberías probar al menos una vez en la vida.
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Un maridaje. Una de las experiencias más emocionantes para quienes tienen gusto por los vinos es el maridaje de vino y comida, una combinación armoniosa que puedes disfrutar bien en una vinoteca o en tu casa. Su fin último es encontrar la combinación ideal que realce el sabor y aroma tanto de la bebida, como del alimento.
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Una cata. Si aún no tienes experiencia en el mundo del vino, la cata es el lugar por donde puedes empezar. Por supuesto, esta experiencia la amarán los amantes de esta bebida. En esta experiencia se realiza la degustación de uno o varios vinos a fin de apreciar sus características organolépticas (de vista, olfato y gusto) para evaluar o aprender de su calidad.
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Un curso. Por el camino de aprender sobre los vinos y cómo conservarlos en las vinotecas, está la experiencia de los cursos. En su mayoría son teórico prácticos, aprenderás sobre historia, viticultura, conservación y más. La dificultad del curso se puede elegir de acuerdo al nivel de conocimientos sobre el tema.
Motivos para visitar exposiciones de vinos
Visitar lugares especializados en vinos es, incluso, un atractivo turístico. Países como España e Italia en Europa, o Argentina en Sudamérica, son los principales exponentes de sus viñedos abiertos al público extranjero y local. Grandes y pequeños pasean por las instancias, pero, ¿qué encuentran de bueno en ellas?
Primero, descubrir nuevos vinos, así como las regiones, variedades, estilos y formas de usar sus muebles de bar para conservarlos. Pero también el descubrimiento de personas con historias impactantes de amor por sus viñedos, de sus culturas y saberes para prepararlos e, incluso, para exportarlos a otros países.
Luego está el aprendizaje. La fermentación es un proceso para nada sencillo que requiere técnicas y cuidados especiales. Los viticultores comparten sus saberes y, en la mayoría de las ocasiones, trucos para conservar algunas botellas en el mueble de tu casa.
El disfrute, por supuesto, está incluido. Aunque el vino sea una bebida alcohólica, los viñedos y procesos de fabricación traen consigo personas y lugares increíbles en donde los grandes aprenden de vinotecas y los más pequeños disfrutan de frutos y alimentos que acompañan los maridajes. Sin mencionar lo que significa para un amante de los vinos compartir con otras personas, y su familia, sus gustos.
Cómo tener una vinoteca en casa
En vidaXL, sabemos que hablar de vinos podría generar el deseo de producir tu propio vino o, con más ansias, de tener tu propio almacenamiento de vino en casa. Como lo primero es una empresa que requiere de todo un artículo para ser medianamente explicada, te daremos algunos consejos para que logres fácilmente lo segundo.
Para hacerlo, solo necesitas un mueble: el mueble de licores. Empezar es muy fácil.
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Elección del mueble. Elige un mueble que cuente con el espacio necesario para que coloques tu vino acostado, que quede dentro de la cavidad por completo y que se pueda separar de las demás botellas, es decir, un mueble con estantes.
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La instalación. Debes instalar tu mueble en un lugar libre de humedad, protegido de los rayos del sol y, de hecho, mejor si es oscuro. Evita instalarlo cerca de electrodomésticos o fuentes de calor, como hornos o estufas. Finalmente, procura que tenga ventilación natural o controlada para mantener la temperatura adecuada.
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La limpieza. Debes limpiar tu mueble de bar solo con un paño suave y húmedo, inmediatamente después es necesario pasar con un paño seco.
Todo lo que debes saber para conservar tus vinos
La conservación de los vinos es uno de los aspectos más importantes si quieres añejar esta bebida correctamente en casa. Los factores principales que debes tener presente son temperatura, humedad, luz y posición. Te contamos más al respecto.
En cuanto a la temperatura, es ideal que sea la misma siempre para no alterar el vino y se debe procurar que se conserven entre los diez y catorce grados Celsius en caso de una vinoteca con vinos tintos, y entre los cinco y diez grados Celsius para vinos blancos, rosados y espumosos.
La humedad relativa recomendada para tu mueble y la habitación donde lo instales es de 60 y 80 por ciento. Esto lo que logra es que el corcho ni se seque ni se infle, conservando el sabor y aroma de la bebida que, en términos de posición, debe mantenerse acostada, es decir, horizontalmente.
Puesto que el vino es una bebida sensible a la luz, es indispensable evitar que se almacene a la luz directa del sol, aunque también se debe guardar en un mueble de bar lejos de la luz violeta.
Tipos de vinos y cuándo disfrutarlos
No podemos despedirnos sin antes contarte un poco sobre algunos tipos de vinos que puedes tener en casa.
Para empezar, están los vinos tintos, estos se fabrican a partir de uvas tintas y la piel, llamada hollejos, los cuales aportan el color rojo característico. Las uvas tintas más conocidas son tempranillo, cabernet Sauvignon y merlot. Pasamos al vino blanco, realizado con uvas blancas o tintas, esta vez sin su cáscara. Algunas uvas blancas son verdejo, albariño, chardonnay y Sauvignon blanc.
Ambos vinos pueden variar de categoría para ser vendidos en vinotecas y esto va a depender de si se crían en barrica o en botella. Luego están los vinos espumosos, característica que resulta tras pasar por una segunda fermentación e ideales para celebrar. El más famoso es el champagne, pero hay otros como el cava, el prosecco o el lambrusco.
En realidad, no hay límites para hablar de los momentos en los que puedes disfrutar de una copa de vino, pues bien puede ser en un restaurante, en una comida en el jardín con familia y amigos o en una cita romántica en un picnic, lo importante es conservarlo en tu vinoteca y beberlo con moderación.